REHABILITACION: Rehabilitar el máximo posible de edificios en estado ruinoso del centro de la ciudad es el objetivo que se ha puesto la Concejalía de Urbanismo que dirige el socialista Antonio Zapata tras la entrada en vigor de la ordenanza que regula la Inspección Técnica de Edificios (ITE). La meta es lograr un entorno cada vez más cuidado, en especial en el casco histórico, y posibilitar que la gente quiera ir a vivir allí en lugar de optar por otros barrios o incluso otras poblaciones. Desde que se puso en marcha esta normativa el Ayuntamiento ha detectado un total de 64 inmuebles de la zona centro que requieren de una reparación urgente, y se han puesto en marcha los mecanismos que permiten tramitar sus expedientes lo más rápido posible dado que, según el edil, «su estado hace que exista un daño real para las personas» que pasan a su alrededor.
Uno de los problemas con los que se han encontrado en Urbanismo ha sido a la hora de notificar el mal estado de los inmuebles a sus propietarios. De momento hay 89 avisados, aunque Zapata precisa que es posible que algunos de ellos hayan fallecido y en ese caso hay que buscar a los herederos para que sean ellos quienes se hagan cargo de los mismos. Así las cosas, el socialista no descarta que aunque hasta el momento han encontrado a los 89 titulares de estas casas, sean más quienes finalmente tengan que asumir los gastos que conllevará su rehabilitación. La búsqueda de los dueños ralentiza de manera considerable un trabajo que debe de ser urgente, ya que Antonio Zapata apunta a que muchos de estos inmuebles tienen «graves problemas constructivos o de seguridad, con muchos elementos peligrosos».
El freno se pone cuando son los herederos quienes pese a los requerimientos no quieren actuar, así que es cuando se genera el segundo problema, y es que entonces es el Ayuntamiento el que debe de asumir el coste de la obra «porque se trata de mantener la seguridad». A partir de ese momento hay que pasarles la factura, cosa que tampoco garantiza que se va a cobrar, de manera que en base a la normativa la baza que tiene el Consistorio es que podría empezar un proceso expropiatorio y aumentar el patrimonio municipal con aquellas casas en las que no se haya cumplido con la normativa.
En la actualidad hay varias viviendas del casco histórico que están en una situación que genera peligro para los viandantes. Solo con dar un paseo se pueden ver, algunas de ellas acordonadas como en la calle Barrio Nuevo, junto a la Plaza de Santa Lucía, así como en la Corredera (Pintor Agrasot), donde hay otro edificio entero donde las vallas intentan impedir que los peatones no circulen junto a él. El caso más destacado es el de la calle del Colegio (Adolfo Clavarana), donde el mal estado de cuatro viviendas ha obligado en las últimas semanas a Urbanismo a cerrar al tráfico esta calle, ya que hay que tener en cuenta que por ahí pasan a diario cientos de niños que acuden a clase bien al cercano colegio de Santo Domingo o bien a los ubicados en la zona del Palmeral.
Esto ha hecho que los cuatro edificios se hayan marcado con vallas para evitar el tránsito bajo ellos, y la situación no es nueva ya que el pasado 29 de septiembre esta misma circunstancia obligó a desviar la entrada del obispo a la Diócesis por la calle Arriba. Además, se han tenido que realizar unos cambios de tráfico en la vecina Travesía Ramón Sijé para posibilitar que los vehículos puedan circular por allí a costa de la retirada de varias plazas de estacionamiento. (Introducido por ARL Rehabilitacion Alicante)